La historia de la confitería 'El Ideal' comenzó a escribirse cuando José Maureso, nacido en Cherta (Cataluña), cruzó el Océano Atlántico en barco junto a su tío hacia Argentina para radicarse en Buenos Aires. Al poco tiempo de llegar al país, y con tan solo 10 años de edad, Maureso se escapó de la casa de su tío y se trasladó hacia Pergamino en donde sabía que vivían unos parientes lejanos.
Ya en la ciudad, comenzó a trabajar en la confitería 'La Esmeralda' que pertenecía a Juan Balart. Allí se especializó en la producción de alfajores hasta los 24 años cuando comenzó a probar suerte con un emprendimiento propio llamado confitería 'Sportam', junto a José Sancho. Luego de tres años de trabajo en conjunto, decidieron cerrar el comercio y seguir cada uno por su lado.
Finalmente, un 12 de junio de 1926 que Maureso abrió por primera vez las puertas de la confitería 'El Ideal', ubicada en el mismo lugar en que se encuentra hoy, calle San Nicolás 471. En ese mismo año ingresó a trabajar como cadete de la confitería Juan Alfredo Climaco, quien en poco tiempo pasó a ser el confitero oficial. Su hermano Adolfo también comenzó a trabajar en 'El Ideal' y terminó comprando el local después de unos años. Al tiempo, Juan Alfredo le compró el comercio a su hermano y permaneció al frente de la confitería muchos años. Luego serían sus hijos, Carlos y Marcos Climaco, quienes pasaron a ocupar el lugar de su padre hasta que, lamentablemente, ambos murieron a muy temprana edad. Desde aquel momento y hasta el día de hoy, 'El ideal' fue atendido por sus esposas, Josefina Gianetti y Susana Trotta.
Josefina Gianetti comenzó a trabajar en 'El ideal' cuando tan solo tenía 12 años de edad y hoy lleva 27 al frente del local junto a Susana Trotta. La confitería siempre estuvo situada en San Nicolás 471 y, por supuesto, en el año 1926 el escenario era muy diferente al de hoy. "Cuando el local abrió esta zona no era una peatonal sino que era una calle en la que los chicos se paraban a decirles piropos a las chicas que pasaban caminando. El Banco Provincia que hoy tenemos al lado no se había construido todavía. Recuerdo que los comercios vecinos eran Bonafide, el Cine Monumental, el kiosco de Annan, la Joyería París, la Casa Bas que hacía sombreros y ramos de novia, y al lado estaba Casa Casal que vendía toda ropa de hombres para casamientos. Una vez Casa Casal se prendió fuego y recuerdo haber visto el humo saliendo de la última persiana del local", dice Josefina.
En todos estos años de permanencia, 'El Ideal' se ha caracterizado su producción artesanal, no solamente de los famosos alfajores sino que también fabrican caramelo propio, masas, el hojaldre, pepas de membrillo y de dulce leche, vainillas, merengue y bay biscuit. Pero hubo un momento, allá por la década del 50', que el comercio ofrecía otros productos: "Antes vendíamos helados artesanales. ¡Y qué helados! También ofrecíamos sandwiches de miga y café. Brindábamos un servicio de lunch y había sábados en los que hacíamos de dos a tres servicios al día", recuerda.
Los Alfajores Pergamino son sin dudas el producto insignia de la confitería, es del 12 de junio de 1926. Lo trajo Maureso de España a Pergamino junto a la fórmula del caramelo de crema de leche casero y empezó a hacerlo, la tapa de pura yema que se pega con dulce y se baña en fondant, el tradicional.
Lleva tres tapas de yema que se pega con dulce de leche y después se reviste con un azucarado que se llama fondant. Hoy la yema la compramos ya pasteurizada porque antes se rompían los huevos y separában las yemas una por una.
Es un producto noble que no tiene ningún tipo de conservante.