viernes, 16 de mayo de 2014

El Membrillo

El membrillo es el fruto del árbol del mismo nombre, que a pesar de sus lejanos orígenes en Irán y Turquía es el ingrediente principal en uno de los postres más tradicionales de la cultura occidental. Es un árbol pequeño, y está cubierto de una especie de ceniza durante su primer año de vida. Sus hojas son elípticas y caducas, y sus flores son especialmente grandes y bellas, de un color blanco muy pálido, y crecen solas al final de las ramas más nuevas. Su fruto, el membrillo, tiene una forma muy similar al de la pera, pero tiene un color amarillo muy cercano al naranja.
Es en general muy aromático, y su sabor es muy agrio y áspero. Además el membrillo suele ser muy duro, y esta característica unida a su sabor imposibilitan su consumo cuando está crudo. Sin embargo, con cierto ingenio, el membrillo puede asarse y comerse como carne de membrillo o confitado. De esta forma suele ser la base para numerosas mermeladas, jaleas, compotas y otros postres. Sus características lo convierten a su vez en un excelente potenciador del sabor para algunos pasteles o confituras. Sin embargo, en la cocina su forma más habitual y conocida sea probablemente como dulce de membrillo.
Se le conoce especialmente en el ámbito médico como un buen astringente y emoliente.

Beneficios del Membrillo
  • Asma, bronquitis, tos y resfriados : Comerlo asado facilita la expectoración.
  • Diarreas y disenterías : Comerlo asado o tomar su zumo endulzado con miel .
  • Expectorante, bronquitis: Las semillas de membrillo en cocimiento son un buen expectorante y alivia las inflamaciones bronquiales.
  • Para la caída del cabello : Se saca del membrillo todo el mucílago que envuelve la semilla y la semilla misma, y se pone en maceración con agua caliente, regulando la cantidad de modo que quede espeso a su voluntad; a los dos días se torna como un jarabe con el cual, impregnando el cabello, lo embellece dándole brillo y lo fija uniformemente.
  • Dolores musculares : Como cataplasma utilizando las semillas y el mucílago, se aplica sobre las zonas adoloridas dando un ligero masaje.


Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Rosales
Familia: Rosaceae
Subfamilia: Maloideae
Género: Cydonia
Especie: C. oblonga


Propiedades Nutricionales (100 g)
Agua83,80 g
Energía57 kcal
Proteínas0,40 g
Lípidos (grasa)0,10 g
Cenizas0,40 g
Carbohidratos15,30 g
Fibra1,9 g
Calcio11 mg
Hierro0,70 mg
Magnesio8 mg
Fósforo17 mg
Potasio197 mg
Sodio4 mg
Zinc0,04 mg
Cobre0,130 mg
Selenio0,6 mcg
Vitamina C (Á. Ascórbico)15,0 mg
Tiamina0,020 mg
Riboflavina0,030 mg
Niacina0,200 mg
Á. Pantoténico0,081 mg
Vitamina B 60,040 mg
Folatos, total3 mcg
Ácido Fólico0 mcg
Vitamina A40 UI
Ácidos grasos saturados0,010 g
Á. grasos monoinsaturados0,036 g
Á. grasos polinsaturados0,050 g
Colesterol0 mg
Fuente: USDA National Nutrient Database for Standard Reference



foto de la web
Membrillo al horno

El membrillo crudo no es muy  bueno, es áspero y algo duro.
Una forma rápida de comer el membrillo es cortarlo en finas rodajas o en gajos no muy gruesos, calentarlos un poco al horno para que sean mas blandos y echarles una pizca de sal.
Pero podemos hacerlos también con un poco de miel.
  • Membrillo
  • Miel (miel de arroz, si tienen)
  • Semillas de sésamo tostadas (opcional)
Lavamos y cepillamos el membrillo y lo cortamos en gajos de tamaño medio.
Los colocamos en una fuente para el horno  previamente rociados con miel  y un poco de agua en el fondo.
Horneamos a 180º hasta que esté blando.
Lo decoramos con semillas de sésamo tostadas.

Otra buena idea para hacerlos al horno es:
Foto de la web

  •  4 membrillos medianos
  • 150 gramos de azúcar (blanca o morena)
  • medio vaso de vino moscato
  • 8 clavos de olor
  • canela en polvo
  • un chorrito de vino tinto
Lavamos los membrillos, los cortamos por la mitad longitudinalmente, extrayéndole el corazón con cuidado, pues es una parte dura. Precalentamos el horno a 180ºc.
Poner en cada mitad del membrillo, en el hueco que hemos dejado, 1 cucharada de azucar moreno (puede ser también blanco).
1 clavos de olor y 1 chorrito de moscato en cada mitad.
Colocarlos en una bandeja, apoyados solamente por la parte de la piel, poniendo en el fondo de la bandeja, 2 vasos de agua. Espolvorear con la canela en polvo por encima de los membrillos y los introducimos en el horno.
Cocer, durante 1 hora, dependiendo del tamaño de éstos, pudiendo llegar la cocción a 2 horas. Para comprobarlo, podemos clavar 1 palillo, éste debe introducirse sin resistencia.
Cuando los membrillos estén asados, los rociamos cada uno, con un chorrito de vino tinto y los dejamos dentro del horno apagado, unos minutos más.
En el momento de servirlos, los bañamos con el caldo que nos ha quedado en la bandeja. Si está demasiado espeso, podemos diluirlo con un poco de agua.



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